Dormía con él y deseaba profundamente a otro,
pero eso no importaba, no era gran cosa.
Lo que importaba era vengarse.
Era el puñal certero, el punto sin retorno,
era la traición descarada y a la vista...
Eso importaba.
Que le doliera ese otro tanto como a mi
que no pudiera arrancarme de sus noches,
que mi olor se le pegara como una segunda piel
y que no tuviera más palabras que mi nombre.
2 comentarios:
¿Por qué siento que ninguno de nosotros se atreve a preguntar con quién dormiste y a quién deseabas?
Por que sería un disgusto grande para todos...jejeje
Publicar un comentario