Imágen Javier Giovannelli

sábado, 30 de octubre de 2010

Caballeros, los de antes.

Frani tiene siete años y varios de los amigos con los que se visita son niñas. Así que a poco, y para que ninguna mujer en el futuro, deba sufrir las groserías masculinas que yo debí soportar, le enseñó modales y cuidados que deben tenerse con las niñas, y así surgió esta conversación:

Frani: Má? ¿Por qué hoy cuando abrí la puerta del auto me dijiste que primero subía Renata?
L: Porque es de caballero que un niño abra la puerta y deje subir primero a las damas
Frani: ¿ Y es por eso también que primero tengo que servirle el jugo a las niñas y después yo?
L: Si, claro es por eso, por ser caballero
Frani: ¿Y por eso en el colectivo le tengo que dar el asiento a las viejitas?
L: Si, también...
Frani: Má? es muy cansador ser caballero...

Melanco

Hoy salí a hacer algunas compras y al terminar con esa tarea que me aburre bastante, me encaminé hacia el bar del barrio para premiarme con una cervecita y algo rico para comer.
En la esquina del bar un chico, como de mi edad, me dice: ¿Laura?, yo que soy pésima para los nombres pero que no olvido una cara jamás, me vi en el aprieto de siempre: ¿De dónde lo conozco? ¿De dónde lo conozco? ¿De dónde lo conozco?. Hasta que al fin pregunté: ¿G, sos vos?. Y si, era G, mi antiguo novio de principios del secundario.Como ameritan esos encuentros, nos encaminamos al bar y nos contamos nuestras vidas en tres cervezas. Cambiamos teléfonos y mails y nos despedimos con un abrazo fuerte.
Me volví a casa caminando y pensando que sencillo era todo en aquella época. O acaso yo era más simple, ¿será como dice mi ex que me volví una chica conflictiva y complicada?
Lo cierto es que aquellos dias no esperaba mucho de los chicos. Un beso rico y tierno, un chocolate de regalo. La cosa más cursi susurrada al oído me hacía sentir liviana. Un helado frente a la plaza. Caminar millones de cuadras tomados de la mano y no me importaba, ni siquiera notaba, que sus manos y las mías transpiraban por los nervios. Una peli en el cine y la peli era lo de menos, me importaba si me besaba, si me rozaba la pierna. Que fuera a buscarme a la puerta del colegio y me acompañara a casa.
Yo tampoco esperaba mucho de mi en aquellos dias. Un jean, una remera. La cara lavada y algún brillito en los labios con sabor a frutilla. Usaba perfumes dulces. Y solo elegía shampú con aroma a manzanas. No importaba si los zapatos y la cartera tal cosa, o si el corte del vestido no sé que. O si el pelo y las uñas estaban prolijos, o si decir tal o cual cosa me haría parecer... .
No sé qué cambió tanto, qué se complejizó de tal modo. Pero hoy llegué a casa con la certeza de que todo debiera ser tanto, tantísimo más sencillo.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Por este poeta hermoso

 Frani se llama Francisco.

Cardinalidad

Tirado al sol
como las víboras, cerca
del agua de la patria, siento
menos miedo que
por las noches, cuando
no hay cielo, ni agua,
ni país, ni memoria.

Paco Urondo, Obras Completas.

martes, 26 de octubre de 2010

Enterarme de que

la actual de mi ex lee mi Blog, ¿Debería asustarme a mi o a él?

Clarito como el agua.

Frani está aprendiendo a escribir y está entusiasmadísimo con eso. Así es que pide escribir todo lo que puede: listas de supermercados, carteles y las etiquetas de sus cuadernos. El único inconveniente es el enorme tamaño de sus letras que aún no logran acomodarse en los espacios convecionales de un renglón. Razón por la cual las etiquetas de sus cuadernos son gigantes, lo que generó el siguiente diálogo entre el niño y su padre, un señor en exceso prolijo:
 
Padre: Frani? ¿Por qué tu mamá te deja poner etiquetas tan grandes?
Frani: Porque las hago yo y escribo en grande...
Padre: Ya sé, pero quedan desprolijas...¿La maestra no dijo nada?
Frani: Si dijo, pero yo le expliqué que soy artísta y es así.

lunes, 25 de octubre de 2010

Cuestiones de pudor

Frani estaba mirando la tele y de pronto pasan un comercial de shampú para niños, donde unas nenas de su edad bailan en bombacha. Me mira casi con indignación y me dice:

Frani: Que horror mirá están desnudas! Esas niñas no tienen sudor!
Laura: Sudor?
Frani: Si, sudor...vergüenza!

Una pizarra borroneada

y una leve dificultad en mi visión me hicieron leer esto en la puerta de una rotisería: Tarta de amor y queso. Por suerte, fijé la vista un segundo más antes de entrar a comprar una porción.

sábado, 23 de octubre de 2010

Caliban

Me preguntó cómo estaba. ¿ Qué podía contestarle? Le sonreí sin hablar. Estoy desamparada, deslumbrada, desnombrada. Enamorándome de un suicidio imbécil e inminente. Estoy entre el rocker y el poeta. Estoy yendome y quedándome. Estoy entre el absurdo y el ridículo. Estoy llorando y recordando. Estoy con los mocos verdes y el corrector de ojeras blanco. Estoy entre los que están y los ausentes. Estoy con una inútil lapicera en la mano porque no me enseñaron a hablar.

Ave porco

Mi gran poeta alternativo
me canta mi melodía,
¿Estás acá? No, me evaporé
en tus estúpidos sueños de nena.
Ave porco me aburre
el vértigo se fue al Dorado.
Ella encontró al perverso
y el se niega a lastimarla,
la otra repite su absurdo dolor.
Alguien tira migajas de un delirio gastado
que yo chupo desesperadamente
                      dementemente
                      de mente en mente
                      de muerte en muerte.
Y ellos creen que estamos tristes.

Venganzas

Te vas a dormir pensándome y vas a despertar soñándome. Voy a ser la reina de tus pesadillas. Voy a ser el deseo que te posea y el nombre desees olvidar. Voy a ser el pensamiento que te asalte de madrugada y el recuerdo que resista en la trinchera del olvido. Voy a ser la palabra que más nombres, la boca que más hables, los ojos que más mires, las manos que más toques. Voy a ser el atajo que te lleve al destino equivocado. Voy a ser la fruta que no puedas morder, el territorio que no puedas conquistar. Voy a ser el lenguaje que no puedas hablar y el dolor que nunca deje de doler. Voy a ser el fantasma que te duerma cada noche cuando abraces la desesperación.

La chica estrella

Para Leo, si quiere.

Alguien se apiadó de mis ruegos y la puso en mi camino. Ella se desnuda y me muestra su cuerpo luminoso, yo no me atrevo a acercarme, temo herirla con mi estupidez más reciente. Me muestra su abierta desnudez y yo la sigo perpleja, me lleva de la mano a abismos desconocidos y yo empiezo a atreverme. Ella me acaricia la cara con lentitud y me dibuja ojos nuevos, despiertos y perplejos ante las caídas. Ella me reescribe violentamente y por una efímera noche porqueril, yo soy la reina de las Barbies.
Mis brazos se estiran al infinito y no logran alcanzarla. Ella me muestra infinitas puertas cada una más audaz que la anterior y yo no puedo más que adornarle el pelo con absurdas estrellas de colores.

Un Edipo enorme

Hace unos días Frani y yo organizamos un picnick. Nos tiramos en el pasto y pasamos una tarde espléndida. Antes de volver a casa juntamos algunas ramas de sauce y unas flores y nos hicimos unas hermosas coronas primaverales. Mientras me acomodaba mi corona Frani me mira fijo y dice: Má? ¿Todas las princesas del mundo son tan lindas como vos?. A lo que yo respodí, sin ponerme colorada: No Frani, ninguna. La modestia nunca fue una de mis virtudes preferidas.

Deseos

Quisiera entrar en tu cerebro y poblarlo de flores azúles y medias caladas. Quisiera por una vez, penetrarte y alcanzar el álgido punto en el que todo se resignifica infinitamente. Quisiera salir sin alas, pero con la certeza de que eso que ellas buscan, no existe. Quisiera ser la chica linda que vos soñas. Quisiera ser la chica de tus sueños pero soy tan solo una chica sin sentido.

Extrañar

Si ya sé, ya sé, yo también quisiera ser la nena que vos soñás, pero no puedo, ¿entendés? A mi me aburren los chicos serios y la tele y también me aburren las muñecas. ¿Te acordarás? ¿ Te acordarás Mami? ¿Te acordarás allá de que a mi me aburrían las muñecas? ¿Te acordarás de mi todavía?
Mamá me llama desesperada y yo me tapo los oídos para no escucharla. Mis brazos raquíticos no la alcanzan y mis manos torpes manchan su lápida con sangre. Las flores fúnebres que escupo me aseguran que es en vano tal hazaña. Pero yo sé que bastaría con olvidar algunas palabras para traerla una vez más.
Si tan solo pudiera abrazar por última vez su cuerpo inerte y decirle que la extraño, que mis palabras la extrañan, que mi lengua teme pudrirse por no nombrarla y mis manos se vuelven rocas por no escribirla y yo me vuelvo cadáver y sobria mesura como Laura Ingalls.

Melones Ciegos

Los ángeles se niegan a seguirlo
el está enfermo y no quiere curarse.
Se esconde tras su nombre
y se reinventa a cada instante,
pero eso es siempre poco,
son siempre unas pocas ficciones
gastadas y odiosas.
Yo le arranco una a una las venas
yo lo destrozo pedazo a pedazo,
y no lo alcanzo y no me alcanza.
Y me pregunto dónde quedaron mis manos
que sabían escarbar en el olvido.

Le lavé la cara al blog

Todo gracias a la generosidad de mi amigo Javier Giovannelli que saca estas fotos llenas de sensibilidad y  de tanta  poesía y me las presta para el blog. Gracias totales, Javo.

El revólver

La chica estaba cansada. El orden le consumía los huesos. Los amigos eran ambiguos. La noche en el Titanic estaba llena de fantasmas. El rocker no se fijaría en ella. El revólver descansaba etéreo.
Su cuerpo ardía tenuemente. El furor se le escapaba. El templo no era más que ruinas. El remedio la enfermaba. El revólver descansaba materializándose.
Los rebeldes se habían muerto. Los hippies eran alternativos. Las madres rojas no la querían. Los chicos modernos no dejan de escuchar Nirvana. El revólver transpiraba en su mano.
Las familias son antinaturales. Los dias de campo son para las niñas buenas. Los amantes se fueron a Etiopía. Las grandes cosas les pasan a otros. No existen las salidas de emergencia. El sol le resulta insoportable. El teléfono suena por décima vez y el revólver...

sábado, 16 de octubre de 2010

Margen de error

Decir la palabra equivocada.
Dormir en la cama equivocada.
Dormir con la persona equivocada.
Soñar el sueño equivocado,
soñar con él y dormir con otro
y preguntarse:
¿ Con quién sueña el que duerme a mi lado?
¿ Cuántos soñamos en este sueño?
¿ Cuántos somos en esta cama?
¿Cuántos deseamos? ¿Cuánto deseamos?
¿Quienes mueren por no desear?
¿Y quienes mueren deseando?
¿Cuál es la medida del deseo?

jueves, 14 de octubre de 2010

Ni olvido ni perdón

Un antiguo compañero de la primaria, al que no veo desde los 12 años, me envía a través de facebook una solicitud de amistad. Por supuesto la acepté.  Sin embargo,  no pude evitar enviarle este mensaje: Por tu culpa, en quinto grado, la señorita Graciela me obligó a escribir 100 veces " no debo pelear con mis compañeros . Te odié. Tenía que decírtelo.
¿Rencorosa yo? para nada...pero tengo una memoria impecable.

domingo, 10 de octubre de 2010

Caminos

Ella sabía que cuando llegara a aquel punto del camino, no habría retorno. Aquel sería el punto de fuga. Aquel lugar sería el momento de agitar la bandera blanca y gritar me rindo. Aquel lugar sería el momento de decir con voz clara: Basta para mi, basta para todos. Aquel lugar sería el momento de aceptar que las derrotas duelen, sean previsibles o no.  Aquel lugar sería la certeza de que su cuerpo era ahora territorio conquistado por el enemigo.

Pink

El cuerpo desgarrado para que el dolor drene.
No es verdad que las chicas como yo no lloremos,
no es cierto que nada  nos duela demasiado.

Es sólo que como mamá nos enseñó:
siempre la sonrisa.
Aunque duelan los zapatos
aunque duelan los golpes,
aunque apriete el vestido,
aunque paralice el miedo,
aunque falte el aire...

Sonreir.
Sonreir y confiar.

Confiar en que otro caballero
vendrá a rescatarnos,
confiar en que los zapatos
dejarán de doler,
confiar en que los golpes
estallarán en otro cuerpo,
confiar en que el vestido
va a ceder,
confiar en que el miedo
se evaporará en un suspiro,
confiar en que el aire
nos llenará la existencia.

Y si nada de esto pasara
seguiremos sonriendo.

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