Imágen Javier Giovannelli

domingo, 2 de mayo de 2010

Odio a los médicos

Es sábado a la noche, me siento muy, muy mal.

- Tengo fiebre.
- Me duele la garganta.
- Me duele la espalda y también las piernas.
- Me duele la cabeza.
- Siento el cuello rígido.
- Y tengo frío, mucho frío.

Hablo con Pauli por teléfono y sin ser médicas imaginamos posibles diagnósticos:
- Anginas (con o sin placas)
- Mononucleosis
- Gripe A
- Cualquier otro virus nuevo que puede hacerte mutar en simio en 12 horas.

Conclusión: me abrigo exageradamente y me arrastro hacia La Trinidad.
Llego al mostrador de la guardia y una chica con prolijidad excesiva me dice:

Chica: Me das tu carneeet? (alargaba la última vocal de la última palabra)
Sin decir palabra se lo extiendo, lo apoya en el escritorio y sigue:
Chica: Nombreee?
L: Laura
Chica: Apellidooo?
L: Elias
Chica: Fecha de nacimiento?
L: 6 de agosto
(levanta la vista)
Chica: Me repetííís?
L: Preferiría no (Bartleby viene corriendo a mi memoria)
Chica: Perdóóón?
L: Que los datos los tenés en el carnet que te acabo de dar, me duele mucho la garganta, prefiero no hablar.
Chica: ok, tomá asientooo ( mientras me mira con cara de cuando salíste del Moyano?)

Me siento y espero un rato, bastante largo, de pronto se abre una puerta mínima y sale una médica muy parecida a la chica de recepción sólo que menos prolija, pero que también alarga la última vocal de la última palabra.

Médica: Eliaaas?
Me paro y entro al minúsculo consultorio.
Médica: Contameee
L: Fiebre, dolor de garganta, dolor muscular, dolor de cabeza y rigidez en el cuello.
Médica: registro de esto desde cuandooo?
Tardé en responder, me costaba entender una pregunta tan mal formulada, finalmente:
L: Ayer.
Médica: A ver, abrí la bocaaa, bueno la garganta está irritadaaa, a ver te tomo la temperaturaaa?
Me pone el termómetro y mientras espera se va a mandar un mensaje de texto. Vuelve.
Médica: 38.9, si, tenés fiebreee.
L: Para mi es mucho eso, mi temperatura habitual es 35.5, 35.6 (este es un dato que mi madre siempre consideró muy importante)
La médica me mira con cara de me chupa un huevo y sigue:
Médica: Bueno, no tenés nadaaa
L:(ya enojada) Cómo nada? no tengo la garganta irritada?
Médica: Sí
L: No tengo fiebre?
Médica: Sí
L: Y eso no es nada?!!!
Médica: Faringitis, te gusta?

Me voy llorando de la impotencia y pensando que si no me sintiera tan mal la hubiese mandado a la mierda. En un hospital te maltrata una empleada pública en una clínica privada, te maltratan las chicas prolijas que alargan vocales. Odio a los médicos.

Yo sé por qué me enfermo...porque te extraño mucho, pero mucho mucho; y lo que no dicen las palabras, lo dicen la fiebre y las gargantas rojas. Así las cosas, si lloro un rato tal vez mejore.

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