
Imágen Javier Giovannelli
domingo, 23 de mayo de 2010
Murió mi gato Ernesto.
Ernesto era mi gato preferido. Vivimos juntos diez años y tres mudanzas. Era un gato amoroso. Hacía yoga, jugaba con lanas y guijarros, dormía en mi cama y cuando tenía frío me llamaba con su manito para que lo abrigara. Los domingos mientras leía el diario Ernesto le daba cabezazos para llamar mi atención. Hoy leí Radar sin interrupciones, Ernesto no estaba ya en casa. Su amigo Fidel y yo lo extrañamos mucho y nos iremos a dormir deseando que en el cielo de gatos haya lanas, guijarros, radares para cabecear y chicas que abriguen a los gatos con frío.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
UH! Lau, que triste.
Que bajón! El gato yogui. un beso grande
Muy,muy triste.
Publicar un comentario