Romeos del descenso

Ayer viajaba en colectivo y como no llevaba nada para leer, iba bastante concentrada en lo que ocurría en el vehículo.
De pronto sube un chico al colectivo. Uno de esos que yo sé que no debo mirar porque siempre me traen problemas: lindo, canchero, deportista, lindísima boca. Y obviamente como sé que no debo mirar, miro con más atención.
El chico de la boca linda me mira fijo a los ojos y me dedica una sonrisa, que obviamente devuelvo de inmediato, y se sienta en un asiento libre muy cerca de mi.
Cuando mi compañera de viaje se baja, el chico al que no debía mirar, se sienta a mi lado.Se acerca a mi y me dice: Rubia no podés tener ojos más lindos?! A lo que yo respondí un gracias con una gran sonrisa.
Unas cuantas cuadras después sube al colectivo una chica con un escote enorme y unas lolas increíbles, mi Romeo de viaje miró las lolas, me miró a mi, miró las lolas, me miró a mi y finalmente se levantó de mi asiento y fue a sentarse con las lolas grandes.
Algunos Romeos juegan en la B y no hay con qué darles...