Para E. D.
Una de mis amigas tiene, como tantas de nosotras, un amiguete con el que juega a los mimos cuando el aburrimiento y la rutina acechan. El amiguete en cuestión es un chico cool y relajado al que nada parece perturbarlo.
Lo cierto es que este verano, el chico cool tomó unas largas vacaciones en Miami. Vacaciones que seguramente incluyeron postres, alcohol y algún que otro exceso que evidentemente lo hicieron aumentar de peso o perseguirse al respecto.
Cuando el chico cool estuvo de vuelta en Buenos Aires, mi amiga le mandó un mensajito diciendo lo de siempre: Hola Gordito, nos vemos?. La respuesta fue inesperada: Gordito las pelotas!.
Chicos, nenes, amiguetes, gorditos, relájense. Si el verano les dejó algún kilito demás vayan al gym, los ataques de histeria no adelgazan.
Nota: Algunas noches, cuando el chico cool decide buscar a mi amiga por la noche porteña, suele enviarle mensajitos diciendo: Gordita dónde estás?
Vacacionar en Miami puede producir sobrepeso y algún tipo de amnesia histérica.
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