Imágen Javier Giovannelli

martes, 3 de agosto de 2010

Mi mamá.

Desde que murió mamá, no me gustan más mis cumpleaños. Sé con toda claridad que eso me pasa porque me falta su relato acerca del dia de mi nacimiento. No es que haya olvidado ese relato...lo llevo casi tatuado en la memoria. Es sólo que ya no hay quien lo narre. Desde que nació Frani, yo le relato en cada uno de sus cumpleaños el día de su nacimiento. Y por supuesto,  Frani en mi cumpleaños pide que yo narre como fue el día en que llegué al mundo. Lo hago, con un poco de angustia, pero lo cierto es que lo que más extraño, es ocupar el lugar de niña, expectante ante el relato de mi narradora preferida. La muerte de la madre nos deja siempre una infancia sin voz.

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