Una de mis amigas a las que suelo llamar seguido es Erika. En la casa de Erika es muy común que Emmanuela, que tiene 4 años oficie de telefonísta y la charla que se da siempre es más o menos esta:
L: Hola Manu! ¿Cómo estás?
Manu: Bien, jugando
L: Que bueno! Manu ¿ Está mamá por ahí?
Manu: Si está, ¿Sos Laura?
L: Si, soy Laura. ¿Vos sos Manu?
Manu: Me parece que si...
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