Un tratado en geografía

El pequeño jardín de mi casa se encuentra en un estado bastante lamentable. Así que este fin de semana, después de mucho meditar porque no me gusta en absoluto la jardinería, junté coraje y me encaminé al vivero más cercano a buscar plantas con flores, para acondicionarlo un poco.
El dueño del vivero, un alemán cuya máxima virtud no era la simpatía, me saluda con un buenas tardes y lo que siguió fue más o menos esto:

L: ¿Qué tal? estaba buscando algunas plantitas, pequeñas que tengan flores, para poner en un cantero
Señor: Todas las que están ahí (señala una cantidad enorme de plantas) son de exterior y tienen flor
L: Podría ser cualquiera de esas entonces...
Señor: No, cualquiera no, depende de dónde quieras ponerlas
L: En un cantero...
Señor: Si, claro (casi perdiendo la paciencia) ¿ Cantero con sol o sombra?
L: Sol, creo...
Señor: ¿Sol de mañana o de tarde?
L: No estoy segura, creo que de mañana...
Señor: Entonces podrían ser las prímulas o las alegrías del hogar  (el universo floril se reducía a dos especies)
L: Esas me gustan! las alegrías del hogar, usted dice que van a andar bien?
Señor: Y... si no les da el viento del sur...Si.

Me vi superada por la situación. Mi sentido de la orientación es paupérrimo y mi conocimiento acerca de los vientos ni que hablar. Cargué mis plantitas y volví a casa deseando que el viento del sur no pase por mi jardín en invierno.

Todos los derechos para todos

¿Qué ves cuando me ves?

Frani hizo en su taller de artes una escultura en cerámica. Según me explicó soy yo cargándolo en mis brazos. Me llenó de ternura. Pero al ver las formas tan pero tan redondas de mi representación no pude evitar este comentario:

L: Es un poco gordita esta mamá, no?
Frani: Gordita? No. Es rendonda
L: Y vos pensás que mamá es redonda? Me ves así?
Frani: No Má! Vos sos re flaquita! Pero me daba fiaca seguir amasando hasta hacer un palito...

Sonreí mientras pensaba, si este niño supiera lo que me cuesta no tentarme con chocolates en invierno para seguir flaquita, pondría un poco más de empeño en su amasado. Los varones ignoran los sacrificios femeninos desde su más temprana infancia.

La libertad es libre

Estabamos con Frani en el super de los chinos de casa, frente a la góndola de galletitas, dos chicas se besaban amorosamente. Cuando salimos del super Frani pregunta:

Frani: Má? Las que se besaban eran dos niñas?
L: Si, eran dos niñas..., vos entendés por qué se besan dos niñas?
Frani: Y si...porque cada uno se enamora del que tiene ganas.

Sonreí y pensé: humildemente no lo hago nada mal.

No debería ponerme contenta

ser mala con la gente mala, pero me pone y mucho!!!!!

Me encanta esta canción

y en esta versión más  todavía!!

cliqueá el título.

Te regalo una que me gusta mucho

Aquí vivimos con una mano en la garganta.
Que nada es posible ya lo sabían los que in-
ventaban lluvias y tejían palabras en el tor-
mento de la ausencia. Por eso en sus plegarias
había un sonido de manos enamoradas de la
niebla.

Alejandra Pizarnik

Detesto los domingos

y los lunes que parecen domingos también. Ya termina...

Naranjas

Para mi la esperanza no es verde, es naranja y verde. Me gustan las naranjas. Me gustan mucho. Adoro verlas en los árboles, con el verde lustroso de sus hojas. Me gusta el perfume de las naranjas. Los aromas cítricos me quitan las migrañas, aunque los médicos digan que es un invento. Las naranjas me dan ganas de vivir, de pensar cosas graciosas. Supongo que por eso acepté aquel trabajo en la biblioteca. Desde las ventanas del primer piso sólo se veían copas verdes rebosantes de naranjas. Nada me importó más que aquel paisaje. Supongo también que porque me gustan tanto las naranjas, mi canción preferida del jardín de niños era naranja lima. Me gusta la mermelada de naranja, y el helado de naranja.
Por eso hoy con este perfumito nuevo que me compré que huele a naranjas, limas y limones no me importa nada el frío, mi cuerpo huele a primavera y yo me veo linda, como una naranjita en su rama verde.

Dijo mi psicóloga

el fuego ilumina, pero también quema. Me hubiera gustado decirle: me avisaste un poco tarde...Supongo que a esta altura ya sabrá que las distancias prudenciales no son mi fuerte...

No pude dejar

de escuchar esta canción en todo el dia.

cliqueá el título para escuchar.

Llueve

Es lunes, llueve a cántaros, todo está plomizo, siento una tristeza premonitoria, de esas tristezas que me avisan que algo no está bien, o que algo no estará bien en un rato. Sin embargo salto de la cama y salgo a la calle. Y si. Algo anduvo muy mal, y en mi llovieron tantas lágrimas como gotas sobre esta mañana.

Me siento un perfume extraño en el cuerpo

no sé si es el mío, no sé si es el suyo. No sé si será el de los dos al mezclarse. Sólo sé que me lo recuerda y que hoy domingo, eso me pone melancólica.

Le lavé la cara al blog

todo gracias a la generosidad de un ex compañero del cole que me prestó esa bellísima fotito que ven a la izquierda. Gracias Javo.

No, no y no!

Esta vez si llama le digo que no, que estoy ocupada, mejor cansada...Algo así como: Lo dejamos para otro día, dale? Una respuesta vaga, sin certeza. Un "Vemos...". Una de esas frases a las que soy tan fóbica. Una indefinición. Una taza cayéndose. Un paréntesis. Un paracaídas abriéndose. Unos puntos suspensivos.
Lo ensayo, me escucho decirlo. Me pruebo distintas voces. Trato de ser convincente. Casi lo logro. Sueno relajada, sueno como alguien que no sucumbe rápidamente a la tentación. Sin embargo suena el teléfono,  escucho su voz  y digo SI. Un si tan fuerte que lo escuchó hasta mi vecino, que salió de la cama para gritarme desde su ventana: BOOOBAAA!!!!.
Y si, las madrugadas no son mis horas de mayor lucidez, menos cuando una duerme sola.

Esta conversación resume mi decadencia

sabato dice:
salis hoy?
Laura dice:
no
sabato dice:
por?
Laura dice:
la verdad?
sabato dice:
seee
Laura dice:
porque soy una boluda
sabato dice:
por?
Laura dice:
porque me quedo esperando que me llame un boludo
sabato dice:
hay muchos afuera bonita
Laura dice:
si, pero me da una fiaca salir afuera....

Cuando Frani escucha esta canción

salta arriba de mi cama hasta golpearse la cabeza con el techo. Esto es literal.

Nota: cliqueá el título para escuchar.

Alcanzame

¿Qué harías por ser mis zapatillas nuevas?
¿Qué harías por ser la sed de mi garganta?
¿Qué harías por ser las babas de mis madrugadas?
¿Qué harías por ser mi autor favorito?
¿Qué harías por ser mi deseo?
¿Qué harías por ser mi camisón de seda?
¿Qué harías por ser mis tacones aguja?
¿Qué harías por ser mi furia?
¿Qué te impide serlo?

El Mundial 2

Los periodístas argentinos que hablan de la inseguridad que existe en Sudáfrica, ¿Viven en Suiza?

Un aplauso muy fuerte

para el colectivero que esta tarde me trajo de la casa de Clarita escuchando The Doors a todo volúmen a pesar de la cara de culo de la mayoría de los pasajeros.

El Mundial 1

Cada vez que veo a un periodísta deportivo pedirle a un sudafricano que diga: "En vivo para Argentina" y luego de escuchar la extraña pronunciación, estallar en una carcajada, siento un violento deseo de tomarlo de la solapa de su abrigo y preguntarle: ¿De qué mierda te reís, imbécil?!!!!

Punto y a parte

Decir que ya basta. Decir que ya no son necesarios los bastones, ni los sostenes. Que quiero intentarlo sola. Sentir miedo, el propio y el de los demás. Pensar que no importa. Que el miedo paraliza. Tener certeza. No una certeza intelectual, no una certeza emocional, sino una visceral. Saber que es este el momento. Saber que debe hacerse de este modo. Saber que este modo no es el más prolijo. Saber que la prolijidad es un lujo que no puedo darme. Sentir angustia. Sentir que es necesario transitarla sin intermediarios. Saber que urge zambullirse en ella y salir para contarlo. Saber que hubo momentos más críticos. Saber que este no será uno de ellos. Confiar. Desear profundamente tomar las riendas para no soltarlas nunca más. Estar agotada de rendir exámenes. Cansada de mostrar y demostrar. Cansada de tantas voces opinando qué es lo mejor para mi. Sentir que mi voz se hace potente. Sentir furia porque se niegan a escucharla. Saber que es necesario abandonar viejas formas. Saber que es hora de dejar trajes que empiezan a quedar ajustados. Saber que es tiempo de autonomía. Saber que es momento de soltarlo todo y confiar en mi, sin importar lo que digan.

Cuando uno cree que lo ha visto todo

aparece una amiga Jessi y abre puertas inimaginables.
Todos deberían tener una amiga Jessica en su vida, consigala en la escuela Waldorf más cercana a su domicilio. Un bien de lujo que escasea.

Nos encanta El Padrino

Cumpleaños

Es el cumpleaños de mi ex y llama muy temprano, como es su costumbre, para hacer alguna pregunta absurda.
L : Hola?
X : Hola, dormís?
L :  Si, duermo, cuando me despierte te llamo
X : ¿No me vas a saludar?
L : Te dije hola...
X : Por mi cumple digo...
L : Ah! felíz cumple
X : ¿ Es un deseo?
L : No, es una triste formalidad